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sábado, 25 de abril de 2015

BIOGRAFIA DEL MAESTRO JOSE RUBEN MARQUEZ

Se apaga la vida de un cantor quindiano

Se apaga la vida de un cantor quindiano
José Rubén Márquez es una gloria de la música en Colombia nacido en Barcelona, Quindío en 1932. Se trata de uno de los autores y compositores con más éxitos discográficos en países del centro y suramérica. Un infinito repertorio de boleros fue cantado por los mejores intérpretes del continente a partir de 1955 cuando el chileno Lucho Gatica y el argentino Leo Marini grabaron ‘Allá tú si te vas’ y ‘Qué me has dado tú’ dos boleros que acogieron los públicos de todo el continente y que la radio colombiana transmitía con especial esmero en los años 60. 

José Rubén Márquez González nació en marzo de 1932 en el corregimiento de Barcelona municipio de Calarcá en el hogar formado por don Jesús Márquez, un antioqueño que llegó a Caicedonia en 1922 donde se enamoró de Clara Rosa González y se casó con ella. Los Márquez González fueron siete, pero tres murieron siendo infantes. El artista José Rubén fue el mayor, seguido por Ricaurte, Fabio y Dora. Fabio, quien fue deportista, murió hace muchos años y Ricaurte fue asesinado en circunstancias que nunca llegaron a esclarecerse.

Herederos de una fortuna dejada por don Jesús Márquez, los Márquez ejercieron diferentes actividades. Pero de José Rubén, se conoció que hace muchos años se la gastó toda caminando por el mundo artístico del continente y ayudando a colegas en circunstancias difíciles y en promoción de otros deseosos del éxito.



José Rubén en Buenos Aires
Todavía sin cumplir 25 años viajó por primera vez a Buenos Aires donde se conoció con los mejores autores y compositores de la época. En alguna ocasión se presentó una tertulia musical entre colombianos residenciados en Mar del Plata, en la Buenos Aires a la que cantó Gardel y que en los años 70 le abrió camino al Cuarteto Imperial y a esa tertulia asistió José Rubén acompañado de Fabio Echeverri, tenor lírico de excelente registro musical, de maravillosa voz y mejor bolerista, coincidencialmente nacido como José Rubén en Calarcá.

Una tarde de fiesta musical en la que también participaba el músico Ismael Orozco, nacido en Popayán, perteneciente a la orquesta del maestro Efraín Orozco autor del siempre recordado bambuco ‘Allá en la montaña’, José Rubén Márquez logró abrirle paso a una de sus más lindas creaciones.

El joven José Rubén y según cuenta Fabio Echeverri, le pidió a Orozco que le ayudara con un arreglo para piano de unos versos que el propio Márquez estaba musicalizando por esos días. Se le dio forma entonces a uno de los boleros del autor quindiano de más acogida en el propio Buenos Aires, en México y por supuesto en Colombia; se trata de ‘Qué me has dado tu’. Ismael Orozco se encontraba en Buenos Aires con toda la orquesta de Efraín Orozco, (no eran parientes) y habían llegado para presentar en ese país a un cantante colombiano de maravilla, el barítono tolimense Carlos Julio Ramírez. El teatro Maipo de Buenos Aires se vio a reventar escuchando a una de las glorias del canto colombiano. En esta época coincidían viviendo en Argentina, los dos quindianos, José Rubén Márquez y Fabio Echeverri.



Se fue a México
México fue la puerta de entrada del bolero en las postrimerías del siglo XIX. Allí llegaron muchas revistas de espectáculos y grupos musicales cubanos y especialmente en Yucatán estos grupos artísticos tuvieron gran acogida. Pues José Rubén también la tuvo en la capital azteca, donde se escuchó durante muchos años por la radio ‘Qué me has dado tu’ en la versión cantada por el argentino Leo Marini.

Después de permanecer algún tiempo en Buenos Aires, José Rubén resolvió irse a vivir a ciudad de México, a seguir en su aventura por el arte, por las canciones que se convirtieron en la razón de ser de su vida. Entre Argentina y México se asegura que el autor y compositor quindiano se gastó la primera de las tres herencias que le tocaron. 

Fue más la que dio que la que recibió, sin embargo, doña Clara Rosa, ya viuda y ciertamente heredera con sus hijos de una muy buena fortuna que dejó don Jesús, no dudó nunca en apoyar a su ‘ñaña’ José Rubén y donde estuviera Rubén doña Clara Rosa le giraba para que no tuviera que pasar afugias y para que viviera como su mamá quería, feliz en el mundo y en su música. Los hermanos de Rubén se podían morir de la piedra pero doña Clara se hacía la que no oía sus reclamos y cuando les respondía, les decía lo mismo: ¿Ustedes creen que han gastado poquita?



¿Cómo le fue finalmente en México?
Supremamente bien. Se divirtió como turista nuevo en la plaza Garibaldi de la época, fue siempre invitado especial a los mejores espectáculos artísticos en México y escuchó cantar sus canciones en voces mexicanas como la de María Luisa Landín la primera intérprete de su bolero ‘Horas en vano’, como Flor Silvestre la esposa del maestro José Alfredo Jiménez y quien grabó el bolero que Márquez tituló ‘Y quedarme sin mi’. También le grabaron Luis Demetrio quien vendió muy bien el bolero de José Rubén ‘Cara Extraña’ y Fernando Fernández quien se encargó de grabar ‘Con tu presencia’.



Regresa a Colombia
Unos años después José Rubén Márquez agobiado por la muerte de doña Clara Rosa, decidió regresar al país definitivamente. Se mantuvo entre México, Colombia, Argentina. Iba, venía, seguían grabando canciones suyas artistas colombianos y ecuatorianos como Julio Jaramillo uno de los muchos intérpretes del bolero ‘Como una sombra’. 
Felipe Pirela uno de los cantantes venezolanos de La Billos Caracas Boys grabó varias de sus canciones y presentó al mercado discográfico de esos mejores tiempos para el disco ‘Castigo a mi cobardía’ y ‘Sé’. 

Pero ahí no paró la cosa, los éxitos internacionales de José Rubén Márquez se mantuvieron. Rolando Laserie bolerista y guarachero cubano fallecido en noviembre de 1998 grabó ‘Ríete ahora’. El guapo de la canción cubana quería grabar otras canciones de José Rubén, pero se interpuso la imposibilidad de que se encontraron una vez en la que se citaron en Puerto Rico para la escogencia de temas con ese fin comercial. A propósito, el cantante puertorriqueño Daniel Santos llamado ‘El inquieto anacobero’ y ‘El jefe’ fue uno de los más exitosos cantantes de boleros, guarachas y ritmos que agotaron la producción de este artista, también fue interprete del bolero ‘Me juzgan mal’ creación de José Rubén Márquez.

En Colombia la generación de los más grandes boleristas de los años 60 cantó las canciones del maestro Márquez; lo hicieron Lucho Ramírez, Alberto Osorio, Régulo Ramírez, luego Carlos Arturo, Jacobo, Carmenza y Gloria y de los bambucos que también compuso, han sido intérpretes casi todas las agrupaciones exitosas de los últimos 20 años en Colombia.
Si el maestro Evelio Moncada con versos de Bernardo Gutiérrez H. llegó a ser uno de los más admirados y respetados músicos de Colombia y visto como el compositor grande de la música Andina en el Eje Cafetero y particularmente del Quindío, José Rubén Márquez fue mucho más allá como autor y compositor internacional.

El doctor Alfonso de la Espriella Ossío, autor del libro Historia de la Música en Colombia a través del bolero llegó a calificar a José Rubén Márquez como uno de los mejores compositores románticos del continente. 

Es probable que en el Quindío eso se desconozca, al fin y al cabo, en la región dejó de hablarse de grandes compositores nacidos en el Quindío y cuyas canciones se escucharon por todo lo ancho y largo del país, como lo fueron Carlos Botero Herrera, Sedy Cano, José Ramírez y Noel Ramírez entre muchos otros. Desde hace 15 años los gestores culturales de la música se dedicaron a promocionar a un solo compositor, autor de bellísimas canciones, pero que no han trascendido más allá de sus amigos, de los comités de aplausos locales y de aquellos ganadores de concursos regionales en Colombia hasta donde siempre llega a promover lo suyo, como si nunca antes en la tierra del Quindío hubiera nacido o crecido otro siquiera de los autores y compositores.

La verdadera historia artística del Quindío es que hemos contado con glorias del arte musical, que contamos con maestros, pero que en estos nuevos y degradados tiempos de la música son ignorados deliberadamente y reemplazados por baratijas y por canciones de carrilera que han desprestigiado el concepto popular de nuestra música.

La vida de José Rubén Márquez se está apagando. El diagnóstico es severamente grave y ante la evidencia de una situación irreversible consideramos de prioritaria obligación la solidaridad con el maestro Márquez González hoy en su lecho de Medellín esperando con la satisfacción del deber cumplido y con la alegría de una vida fructífera, que llegue para él el último día vital en su periplo por esta tierra.


Por: Jorge Eliécer Orozco Dávila

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