CULTURA CAFETERA QUINDIANA EXPOSICIÓN DE MOTIVOS PALABRAS DEL ESCUDO DE BARCELONA

CULTURA CAFETERA QUINDIANA

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

PALABRAS DEL ESCUDO DE BARCELONA

                                                                                 

La cultura cafetera es más que una filosofía. Es una forma de vida traducida en una enorme cantidad de valores, que transita desde de  lo local a lo nacional.

Si bien, nuestro país tiene una gran deuda con los cafeteros y la actividad derivada del grano, fue hasta 1983, a través de la Ley 45, que definió la protección del patrimonio del sector.

En su parte resolutiva, cuando la nación entró a formar parte de la “Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural”. A su vez, el artículo 4° de la Ley 397 de 1973, modificado por el artículo 1° de la Ley 1185 de 2008, definió la integración del Patrimonio Cultural de la Nación, así: “El patrimonio cultural de la Nación está constituido por todos los bienes materiales, las manifestaciones inmateriales, los productos y las representaciones de la cultura que son expresión de la nacionalidad colombiana, tales como (…), el paisaje cultural, las costumbres y los hábitos, así como los bienes materiales de naturaleza mueble e inmueble a los que se les atribuye, entre otros, especial interés histórico, artístico, científico, estético o simbólico en ámbitos como el plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico o antropológico.”

Estando acorde con una visión local hacia lo general  el Municipio de Calarcá y el Corregimiento  de Barcelona hacen parte del paisaje cultural, valores propios de  campesinos que forjaron  sus raíces a punta de hacha y machete, comprometidos con el entorno y con un mejor futuro para sus familias. hoy somos el reflejo de del camino trazado por recolectores de café, hombres de  costumbres sanas  con  valor en  la palabra  asuntos que  a esta época se ven propensas a desaparecer o a  ser   remplazadas por la llamada modernidad que al ser tan afamada y difundida  en los medios, ya los jóvenes la acogen como propia y la moda les confunde el verdadero valor del ser, ya han quedado atrás las historias de sus pueblos, conocer el ayer  se volvió en historias de viejos, cuando hoy quien desconoce su historia se condena a repetirla,  los pueblos como Barcelona buscamos identidad, arraigo y pertenencia, definir sus fortalezas agrícolas,  el  paisaje colorido y que sean plasmadas en símbolos que nos recuerden la responsabilidad frente a su conservación.

La cultura cafetera Quindiana afronta una de sus etapas más difíciles, los cafetales están solos ya no es la actividad agrícola  más promisoria, los finqueros ya no la encuentran rentable, hoy  el grano no deja las ganancias de antes, quienes le apuestan a la producción del café lo complementan con otros cultivos o con el turismo que se ha  ido consolidando como  la manera práctica de  vender el paisaje y la tranquilidad de los pueblos, somos capaces como herederos de la pujanza antioqueña y caucana adaptarnos al entorno y obtener lo mejor de él, el propósito siempre será el mismo de nuestros antepasados forjar los pueblos o como hoy se denomina ampliar la oferta y fortalecer la economía.

El documentos CONPES 3803 de febrero de 2014 establece que el café define el modo de vida de los habitantes de los municipios de Caldas, Quindío, Risaralda y Norte del Valle del Cauca y a su alrededor se ha desarrollado una cultura rica en tradiciones y manifestaciones tangibles e intangibles que se transmiten de generación en generación en una relación directa con el territorio, la arquitectura y el paisaje.

Barcelona es y hace  parte de una de las tierras más prominentes del municipio de Calarcá   y en ese orden del sur del departamento del Quindío, sujeta al corazón del paisaje cultural cafetero requiere, potencializarse como foco cultural y artístico, representado en el concurso de música campesina Voces del Campo,  que se realiza cada año y  del cual,  deben hacer parte autoridades  públicas privadas y cívicas donde se involucre la localidad como la principal  estrategia turística para la región.

El escudo el himno y la bandera de Barcelona son  manifestaciones propias y hacen parte de un sentimiento colectivo basado en la  historia de fundadores, valores cívicos,   poesía  y melodías  representativas del paisaje del pueblo Barcelonés;  cafetero por herencia y  campesino por decisión.

En el marco de la declaratoria del Paisaje  Cultural Cafetero como  patrimonio mundial de la UNESCO, el Ministerio de Cultura diseñó un plan de manejo del PCC, cuyo objetivo es contribuir a la conservación del mismo y promover la apropiación de su valor cultural por parte de la población, en armonía con las actividades económicas que se desarrollan en la zona.

Ante tal realidad, la comunidad  del corregimiento de Barcelona, como parte integral del municipio de Calarcá, uno de los 47 municipios incluidos en la declaratoria, pretende aprovechar la enorme oportunidad de aportar un grano de arena en la preservación de tan grande privilegio, por lo que pretende adelantar una campaña de sentido de pertenencia, posicionamiento, con motivo del  primer centenario  de  fundación, razón que llena de enorme emprendimiento a cada uno de los barceloneses.

En ese orden de ideas, pretende asumir como valores la CULTURA CAFETERA QUINDIANA, como ejes fundamentales de su lema, que propone queden plasmados en su escudo, con el fin de darle a los ciudadanos mayores razones para convertirlos en grandes aliados de la estrategia de promover el corregimiento como punta de lanza del PAISAJE CULTURAL CAFETERO en Calarcá, y buscar con ello poder acceder a proyectos, programas y planes de incentivo del gobierno departamental y desde luego del alto gobierno representado en el Ministerio de Cultura y Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.

Con estos argumentos, esperamos encontrar el apoyo de la Administración Municipal  de Calarcá, y desde luego de los honorables Concejales, quienes con su enorme visión de hombres y mujeres futuristas sabrán comprender que los ciudadanos quieren aportar al fortalecimiento de los valores locales y preservar por muchas más generaciones la cultura cafetera Quindiana, como nuestro mayor patrimonio que hemos heredado de nuestros mayores.

DAMARIS LORENA GUTIÉRREZ  CAMACHO.

Corregidora Barcelona  2014